La fachada de la Sede corporativa de la Fundación Osga Reintegra y el Grupo Osga destaca desde la distancia. Especialmente cuando cae la noche en Logroño, la iluminación destaca en medio del polígono un enorme jardín vertical en la pared de una de las naves. Se trata de la fachada principal del edificio del número 2 de la calle Cordonera.
El Grupo Osga y la Fundación Osga Reintegra trasladaron recientemente su sede corporativa a este inmueble, en el que desde el primer momento se apostó por la integración de elementos naturales como parte del edificio. La luz juega un papel fundamental generando espacios únicos que comparten protagonismo con vegetación natural en las zonas interiores.
El exterior de la sede está marcado por el impresionante jardín vertical, elemento principal del mismo y que aporta numerosos beneficios a nivel ecológico y social. Una fachada vegetal ayuda a purificar el aire, reducir la temperatura ambiente, regular la temperatura y promueve la biodiversidad en la ciudad. Los muros verdes forman parte de la construcción bioclimática. Y, es más, la gente es más feliz en un entorno verde que en un entorno gris.
Las plantas en un jardín vertical filtran partículas del aire y convierten el CO2 en oxígeno. 1 m2 de fachada vegetal extrae 2,3 kg de CO2 al año del aire y produce 1,7 kg de oxígeno. Con una fachada vegetal contribuye a la purificación del aire.
